Admira una de las obras maestras del arte Renacentista con esta visita privada en Milán con acceso prioritario a Santa Maria delle Grazie, donde se encuentra la pintura. ¡Deja que te acompañe un guía experto y contempla La Última Cena durante quince minutos!
Una experiencia única en la vida: visita la iglesia de Santa Maria delle Grazie con un guía local experto que te contará todo lo que siempre quisiste saber sobre La Última Cena, el maravilloso fresco de Leonardo da Vinci, el genio absoluto y versátil artista renacentista. También tendrás tiempo para contemplarlo tranquilamente.
Leonardo Da Vinci es universalmente considerado como un hombre brillante, un inventor incomparable, y aunque mucha gente lo recuerda por la famosa Mona Lisa con la mirada enigmática o el Hombre de Vitruvio, el fresco de La Última Cena representa una de las cumbres experimentales y artísticas del artista renacentista. Situado en una de las paredes del refectorio del antiguo convento de Santa Maria Delle Grazie, ha sido inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Escapó milagrosamente a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y al desgaste del tiempo, la obra es visitada por miles y miles de visitantes cada año. Sin embargo, con esta visita privada a la Última Cena, tendrás tiempo para contemplar la increíble pintura, una atracción imprescindible en Milán, en compañía de un guía experto y en silencio absoluto.
Es comprensible -dado el delicado trabajo de conservación del fresco- que haya una larga espera para aquellos que quieran ver la obra, aunque sea unos minutos. Sin embargo, las entradas para esta visita privada a la Última Cena te permiten saltarte la cola y te garantizan quince minutos completos frente al fresco. Observa las técnicas utilizadas por Leonardo para representar la escena en la que Jesucristo declara que uno de sus apóstoles lo traicionará. La representación de los discípulos muestra las reacciones de cada uno, haciendo del fresco no solo una obra de arte bíblica, sino también un estudio profundo de la variedad y diversidad de las emociones humanas.
Visitar la Última Cena en Milán es una experiencia imprescindible. Sin embargo, hay algunas cosas que debe saber antes de entrar. Aunque nuestras entradas sin colas hacen que la visita sea mucho más fácil, todavía hay un control de seguridad obligatorio que puede causar algún retraso en la entrada de Santa Maria delle Grazie. Además, no se permiten pantalones cortos, bolsas grandes ni botellas en el interior de los museos. Por lo tanto, asegúrate de vestirte adecuadamente y no llevar nada que no sea necesario para la visita. Aparte de eso, ¡todo lo que tienes que recordar es disfrutar y prepararte para la maravilla!